¿Qué es la marcha atrás?
La marcha atrás, conocida también como coitus interruptus o coito interrumpido, es una técnica natural de anticoncepción, que consiste en la retirada del pene fuera de la vagina durante el acto sexual, antes de que se produzca la eyaculación del semen en ella. Por tanto, la marcha atrás es una técnica con una base muy sencilla, que busca que no se produzca la fecundación, evitando que los espermatozoides y el óvulo se encuentren.
Se trata de una práctica sexual bastante frecuente, sobre todo en parejas estables y monógamas, aunque, también se realiza en encuentros ocasionales. Este método para prevenir el embarazo es, tanto el método habitual de ciertas personas, como un método esporádico para situaciones en las que no se dispone de otro método anticonceptivo. Asimismo, ciertas personas rehúsan la utilización de esta técnica en sus encuentros sexuales, al no sentirse cómodos con ella, por diversos motivos que trataremos más adelante.
Existe entre los expertos una gran controversia, acerca de considerar la marcha atrás dentro de los métodos anticonceptivos naturales, ya que, al contrario que el resto de métodos anticonceptivos naturales, no tiene en cuenta el ciclo menstrual de la mujer. De igual forma, y, sobre todo debido a la gran cantidad de métodos anticonceptivos que tenemos en la actualidad, en numerosas ocasiones tampoco se considera un método anticonceptivo al uso, y solo una técnica o complemento. Además, hay que decir, que la marcha atrás no es un método de prevención de enfermedades de transmisión sexual, ya que el contacto de los órganos sexuales es directo, sin ningún tipo de barrera.
Verdades y mentiras sobre la marcha atrás. Los mitos y leyendas sobre esta técnica
A pesar de que esta técnica para impedir el embarazo sea muy antigua y pueda parecer sencilla en la práctica, esconde ciertos secretos, dudas frecuentes, mitos, y, sobre todo, cuestiones que mucha gente no sabe si son mentira o verdad. A continuación, vamos a tratar estas preguntas que generan polémica sobre la marcha atrás.
¿El líquido preseminal contiene espermatozoides?
La primera pregunta y más habitual que se hace la gente sobre la marcha atrás es si el líquido preseminal contiene esperma. Para poder contestar a esta pregunta, primero debemos explicar que es el líquido preseminal. El líquido preseminal es un fluido que genera las glándulas de Cowper y Littre y que expulsa el pene en pequeñas cantidades cuando está muy excitado, antes de la eyaculación.
La función de este líquido es neutralizar la acidez residual que existe en la uretra a causa de la orina, corrigiendo el ph, ofreciendo así una vía más favorable a los espermatozoides para desplazarse y sobrevivir. Además, este líquido funciona también como lubricante, y, favorece la viabilidad de los espermatozoides en la vagina.
Una vez que conocemos lo que es el líquido preseminal, debemos contestar a la pregunta de si el líquido preseminal puede provocar un embarazo. El líquido preseminal no contiene espermatozoides como tal, eso sí, puede arrastrar espermatozoides que hayan quedado en la uretra de anteriores eyaculaciones. Habitualmente, algunos espermatozoides rezagados se quedan en las paredes de la uretra, siendo expulsados junto a la orina con posterioridad.
No obstante, si se ha producido una eyaculación previa, sin expulsión de orina posterior, puede existir cierto riesgo de embarazo. El riesgo de embarazo es muy bajo, ya que estos espermatozoides carecen de nutrientes y de la protección que genera el esperma, viendo mermada de forma muy sustancial su capacidad de fecundación. Según un estudio realizado por Stephen Killick sobre espermatozoides en el líquido preseminal, la cantidad es tan baja y están en tan mala calidad, que se podría considerar potencialmente infértil. Eso sí, como bien sabes, solo se necesita un espermatozoide para fecundar el óvulo, así que sería remotamente posible quedarse embarazada con el líquido preseminal.
¿Existe completo control por parte del hombre sobre la eyaculación?
Durante la práctica de la marcha atrás, la mayor parte de la responsabilidad de la técnica recae en el hombre, ya que tiene que ser capaz de controlar por completo la eyaculación, consiguiendo retirar el pene de la vagina sin depositar ninguna gota de semen en el interior. Esta tarea, que parece sencilla, no lo es tanto para muchos hombres, ya que no son capaces de dominar la excitación al practicar relaciones sexuales sin preservativo.
El hombre debe ser capaz de extraer el pene de la vagina con tiempo, evitando prolongar en exceso los segundos previos al orgasmo. Además, debe existir confianza y comunicación para poder realizar la práctica de este modo, al existir posturas en las que el dominio lo tiene la mujer. En estos casos, el hombre debe transmitir que se acerca al orgasmo, para poder proceder a realizar la marcha atrás.
¿Te acostumbras a utilizar la marcha atrás?
Muy ligada a la anterior pregunta, existe la duda de si se puede entrenar la marcha atrás, es decir, si puedes aprender a controlar la eyaculación. Al final, como con cualquier otro tipo de ejercicio o actividad, el control y la dominación del mismo depende de la práctica. Por tanto, conforme más veces realices la técnica, mejor la harás. Para no correr el riesgo de no controlar la eyaculación, puede ser recomendable utilizar otro tipo de método anticonceptivo adicional durante las primeras veces, aumentando la probabilidad de éxito.
Además, es posible realizar ejercicios en solitario, mediante el control de la eyaculación en la masturbación. En este caso, debemos aguantar la excitación cuando estemos próximos al orgasmo, y, parar de golpe durante unos segundos, aguantando la presión de «correrse». Este ejercicio se puede ejecutar tanto con la masturbación manual, como utilizando juguetes masturbadores masculinos.
Otro dato a tener en cuenta es que conforme eyaculas más veces, mayor es el control que desarrollas sobre la eyaculación. Dicho de otro modo, es más fácil controlar la eyaculación cuando tienes una vida sexual activa, que cuando no la tienes.
¿Se puede combinar con otros métodos anticonceptivos?
Como mencionamos en el apartado anterior, la marcha atrás es una técnica que se puede utilizar de manera complementaria, junto a otros métodos anticonceptivos. Por un lado, es bastante habitual utilizar la marcha atrás cuando se usan métodos anticonceptivos naturales en pareja, ya que, no existe ningún elemento externo que controle el riesgo de embarazo.
Por otro lado, también es normal el uso de preservativos de manera conjunta a la marcha atrás, ya que, se evita el peligro de ruptura del condón, y, sirve para disminuir la probabilidad de contagio de una enfermedad de transmisión sexual. Este caso suele ser común en parejas que han experimentado problemas con los preservativos con anterioridad. Otra forma de llevar a cabo esta combinación es comenzar el acto sexual sin preservativo, y, conforme avance, parar y colocárselo.
Asimismo, la combinación se puede dar con los métodos hormonales, disminuyendo sustancialmente las opciones de embarazo.
¿Se trata de un método anticonceptivo tan fiable como otros?
Si se realiza de manera perfecta, sorprendentemente, el riesgo de embarazo es bastante similar al de los preservativos, siendo por tanto fundamental, la correcta disposición de ambos miembros de la pareja. No obstante, la marcha atrás es uno de los métodos anticonceptivos menos fiables si se realiza de forma incorrecta, producida principalmente por la falta de autocontrol del hombre.
El problema que supone esta técnica respecto a otros métodos anticonceptivos, es que en determinadas situaciones es difícil calcular si se ha realizado correctamente. Por ejemplo, una eyaculación parcial, aunque sea mínima, puede dar lugar a un embarazo. Este tipo de eyaculaciones pueden ser complicadas de detectar, solo pudiendo determinarse con la falta de menstruación. Este hecho implicaría que el uso de los métodos anticonceptivos de emergencia, como la pastilla del día después, fuesen inútiles para evitar el embarazo.
¿Se trata de una técnica pensada para parejas estables?
La marcha atrás está destinada principalmente a ser una técnica de prevención del embarazo de parejas estables y monógamas, ya que se basa en la confianza, el autocontrol y la comunicación. Como mencionamos anteriormente, esta técnica no protege del contagio de enfermedades de transmisión sexual, así que, no se debe realizar cuando desconocemos el estado de salud de una persona.
Ventajas y desventajas de la marcha atrás
Una vez resueltas las principales dudas sobre la marcha atrás, vamos a recopilar las principales ventajas y desventajas de esta técnica. Existen muchos defensores de esta práctica, así como, muchos detractores, por lo que intentaremos ser lo más objetivo posible a la hora de explicarlas.
Ventajas de la marcha atrás
Por un lado, las ventajas que ofrece la técnica de la marcha atrás son muy amplias, variadas y abundantes, basándose la mayoría en la existencia de una gran confianza dentro de la pareja. Esta confianza permite alcanzar mayores cotas dentro de las relaciones en pareja, dando lugar a encuentros sexuales más intensos y a experiencias más pasionales.
Realizado correctamente, evita el uso de hormonas
La marcha atrás es una técnica anticonceptiva que no requiere del uso de hormonas para prevenir el embarazo, evitando de este modo la introducción de elementos externos dentro del organismo. No obstante, si se realiza de forma incorrecta la posibilidad de embarazo es muy alta, siendo necesario un método de anticoncepción de emergencia. La pastilla del día después es un medicamento cargado de hormonas, a la que se debe recurrir únicamente en casos de riesgo alto de fecundación.
Evita el efecto adverso que pueden producir diferentes métodos anticonceptivos
Muchos métodos anticonceptivos pueden provocar efectos adversos al utilizarlos. Por ejemplo, es habitual que el uso de métodos anticonceptivos hormonales provoquen cambios físicos en la persona. Por otro lado, los métodos anticonceptivos de barrera pueden causar reacciones alérgicas, como es el caso de los preservativos de látex (existen actualmente preservativos sin látex que evitan este material). Los métodos anticonceptivos permanentes son irreversibles, por lo que si se buscase tener un embarazo en el futuro, no sería posible.
La relación es más natural, al no utilizarse agentes externos
La no utilización de agentes externos durante el coito, permite que la relación sea más fluida y natural, alcanzando un mayor placer en el sexo. El contacto directo entre los cuerpos produce un incremento de la libido sexual y la excitación. A pesar de no utilizarse preservativos u otros métodos anticonceptivos, si que se pueden usar lubricantes sexuales u otros juguetes sexuales que ayuden a dinamizar la experiencia.
No posee costes monetarios directos
La marcha atrás no posee costes monetarios directos, al carecer de cualquier elemento externo para evitar el embarazo. Este hecho provoca que sea un método muy habitual en parejas jóvenes, que por regla general tienen un menor nivel de ingresos, son más inconscientes y poseen mayor fogosidad sexual.
Cabe destacar en este punto, que al realizar la marcha atrás de manera incorrecta, se debe adquirir la pastilla del día después. Esta pastilla tiene un coste bastante superior al de los packs de preservativos que se pueden adquirir por internet.
Desventajas de la marcha atrás
Por otro lado, el método del coitus interruptus posee una serie de desventajas muy notorias, que se deben tener en cuenta para practicarlo. Como hemos visto anteriormente, la mayor parte de estas desventajas están basadas en la falta de confianza con la otra persona, por lo que no es un método aconsejable con personas desconocidas y/o parejas casuales.
No evita el contagio de ETS
La principal desventaja de la marcha atrás es que no evita el contagio de enfermedades de transmisión sexual. La única forma de mantener relaciones sexuales seguras es utilizando preservativo, para disponer una barrera entre el pene y la vagina. Las relaciones sexuales son la principal vía de propagación del VIH, la gonorrea, la sífilis o el papiloma humano.
Si vas a realizar la técnica de la marcha atrás con tu pareja, se debe realizar un examen médico de detección de enfermedades de transmisión sexual. Puedes realizar este tipo de exámenes en tu médico de cabecera, a través de un análisis de sangre.
Es menos efectivo que otros métodos anticonceptivos
A lo largo del artículo hemos visto la efectividad que posee la marcha atrás como método anticonceptivo. Ya dijimos, que la perfecta realización de esta técnica, consigue unos resultados equiparables al que dan los preservativos masculinos. No obstante, también mencionamos que es muy complicado conseguir realizar este método de manera 100% correcta. Por tanto, la marcha atrás es un método menos fiable que el resto de métodos anticonceptivos que existen.
Puede provocar estrés e insatisfacción en alguno de los miembros de la pareja
La técnica de la marcha atrás, a pesar de ofrecer un contacto más directo durante el sexo, puede provocar insatisfacción debido al estrés. Durante las relaciones sexuales, se puede sentir tensión por ambas partes, por causas diferenciadas. Por un lado, la mujer puede no disfrutar debido al estrés de no poseer el control sobre la eyaculación del hombre, siendo incapaz de dejarse llevar. Por otro lado, el hombre puede llegar a no disfrutar, debido a la presión de tener que controlar la eyaculación, llevándole a realizar un acto sexual más pausado y comedido. Asimismo, el propio hecho de tener que interrumpir el coito para evitar la eyaculación puede conllevar un orgasmo más débil.