El poliamor es una forma de vivir las relaciones amorosas que se basa en la posibilidad de amar a más de una persona al mismo tiempo, con el conocimiento y el consentimiento de todas las partes involucradas. El poliamor no es una infidelidad, sino una manera de expresar el amor de forma honesta, ética y responsable. El poliamor no es lo mismo que la poligamia, que implica un matrimonio legal entre varias personas, ni que el intercambio de pareja o swinging, que se centra en el sexo ocasional. El poliamor es una filosofía de vida que valora la diversidad, la comunicación, el respeto y la libertad en las relaciones afectivas. Existen diferentes tipos de relaciones poliamorosas, según la forma en que se establecen los vínculos entre las personas que las conforman.

Tipos de poliamor más comunes

Para comenzar, debemos hablar de los tipos de poliamor más habituales. El poliamor no es una moda ni una tendencia pasajera, sino una realidad cada vez más visible y aceptada en nuestra sociedad. El poliamor no pretende sustituir ni competir con la monogamia, sino ofrecer una alternativa válida y respetable para aquellas personas que así lo deseen. El poliamor no es para todo el mundo, pero tampoco lo es la monogamia. Lo importante es encontrar la forma de relacionarse que mejor se adapte a cada persona y a cada situación.

Poliamor

Relación abierta

Es una relación en la que dos personas se consideran pareja principal, pero tienen la posibilidad de tener otras relaciones secundarias, tanto sexuales como románticas, con otras personas. Estas relaciones secundarias suelen tener menos compromiso y profundidad que la relación principal, y se basan en acuerdos previos entre la pareja.

Relación cerrada

Es una relación en la que tres o más personas forman una unidad afectiva exclusiva, sin tener otras relaciones fuera del grupo. Este tipo de relación también se conoce como polifidelidad o polifidelismo.

Red poliamorosa

Es una relación en la que varias personas se relacionan entre sí de forma no jerárquica, sin establecer distinciones entre parejas principales y secundarias. Cada persona puede tener varios vínculos afectivos con diferentes niveles de compromiso e intimidad, y todos los miembros de la red están conectados entre sí de alguna manera.

Red anárquica

Es una relación en la que las personas no siguen ninguna norma o etiqueta preestablecida para definir sus vínculos afectivos. Cada persona decide cómo vivir sus relaciones de forma individual y autónoma, sin atender a expectativas sociales o convenciones culturales. Este tipo de relación también se llama anarquía relacional.

Beneficios del poliamor

El Poliamor

El poliamor tiene algunos beneficios para las personas que lo practican, tales como:

  • La diversidad: El poliamor permite experimentar diferentes formas de amor, sexo y romance con distintas personas, lo que puede enriquecer la vida personal y emocional. Cada persona puede aportar algo único y valioso a la relación, y satisfacer distintas necesidades afectivas y sexuales.
  • El apoyo: El poliamor implica contar con el apoyo y la comprensión de varias personas que se preocupan por uno. Esto puede ayudar a superar los momentos difíciles, a compartir las alegrías y a crecer como persona. Además, el poliamor puede facilitar el cuidado de los hijos, si los hay, al tener más personas disponibles para colaborar.
  • La libertad: El poliamor respeta la libertad individual de cada persona para elegir cómo vivir sus relaciones, sin imponer normas o restricciones. Cada persona puede decidir con quién, cómo y cuándo relacionarse, sin sentirse atado o limitado por una sola pareja. El poliamor también fomenta la autonomía y la independencia de cada persona.
  • La honestidad: El poliamor se basa en la comunicación abierta, sincera y respetuosa entre todas las personas involucradas. Esto implica expresar los sentimientos, las expectativas, los límites y los acuerdos que se establecen en cada relación. La honestidad también evita la infidelidad, el engaño y la culpa que pueden dañar una relación monógama.

Desafíos del poliamor

Algunos de los desafíos más comunes son:

  • La gestión del tiempo: El poliamor requiere dedicar tiempo y atención a cada una de las relaciones que se mantienen, sin descuidar ni priorizar a ninguna. Esto puede suponer un reto para conciliar las agendas, los compromisos y las necesidades de cada persona.
  • Los celos: El poliamor no implica la ausencia de celos, sino la capacidad de reconocerlos, expresarlos y gestionarlos de forma constructiva. Los celos pueden surgir por diversas razones, como la inseguridad, el miedo a perder a alguien o la comparación con otras personas. El poliamor exige trabajar la autoestima, la confianza y la comunicación para superar los celos.
  • La comunicación: El poliamor implica una comunicación constante, honesta y respetuosa entre todas las personas involucradas. Es necesario expresar los sentimientos, las expectativas, los límites y los acuerdos que se establecen en cada relación. La comunicación también sirve para resolver los conflictos, las dudas y las inquietudes que puedan surgir.
  • El consenso: El poliamor se basa en el consentimiento informado y mutuo de todas las partes. Esto significa que todas las personas deben estar de acuerdo con la forma en que se desarrollan las relaciones, respetando sus deseos y sus límites. El consenso implica negociar, ceder y adaptarse a las circunstancias de cada momento.
  • El estigma social: El poliamor todavía es una opción minoritaria y poco aceptada socialmente. Las personas poliamorosas pueden enfrentarse a la incomprensión, el rechazo o la discriminación por parte de su entorno familiar, laboral o social. El poliamor requiere asumir la propia identidad con orgullo y valentía, sin dejar de ser uno mismo.